HISTORIA
Desde fuera, México es una fuerza económica en crecimiento, ocupando el puesto 64 a nivel global en PIB per cápita. Sin embargo, los estados productores de café en el sur del país enfrentan una realidad económica muy distinta.
Los rendimientos de producción en estas regiones han caído peligrosamente. En los últimos diez años, la roya del café y la falta de recursos financieros o agrícolas para combatirla han reducido la producción hasta en un 90 % en algunas zonas. Actualmente, el rendimiento promedio en Oaxaca es de solo 100 kg por hectárea. Para ponerlo en contexto, en Colombia el promedio es de 2,400 kg por hectárea.
La gran mayoría de los 500,000 productores de café en México son pequeños agricultores con una hectárea o menos de tierra dedicada al café. Esto significa que su producción anual promedio es de apenas 100 kg, lo que hace que el cultivo de café sea cada vez más insostenible.
Nuestra importadora trabaja con varios grupos de productores en Oaxaca. Estas asociaciones ayudan a mejorar la rentabilidad y viabilidad de la producción de café en la región. El objetivo a largo plazo es incrementar los rendimientos y generar una demanda estable a un precio justo, conectando tostadores con productores. Se construyen relaciones de confianza y se establecen las bases para la fijación de precios y el prefinanciamiento del café.
Durante la temporada de 2022, Miguel Arellanes y Luisa López Silva, establecidos en la Sierra Sur, contactaron directamente con nuestros importadores después de conocer sus prácticas de compra a través de unos conocidos suyos.
Estas prácticas de compra se están compartiendo entre los productores, ya que el mercado interno sigue siendo volátil y casi no ofrece pagos adicionales por la calidad. Al incentivar la producción de alta calidad junto con dos pagos estables (uno en la exportación y otro en la importación), se permite a los productores evolucionar, ganar constancia y estabilidad económica.
Notarás que no hemos proporcionado nombres de fincas para los cafés mexicanos. En México, los nombres de fincas para pequeños productores como estos son muy poco comunes. Esto se debe a que el productor promedio aquí posee y trabaja en varios pequeños terrenos alrededor de su pueblo. Como resultado, cada pueblo tiene su propia estructura para organizar la producción de café.
Algunos están organizados como entidades privadas, donde la tierra se compra, vende y se hereda. Otros son completamente comunales, donde las parcelas de tierra se comparten y se trabajan colectivamente. Alrededor del 90% de la tierra en Oaxaca es comunal. Algunas de las pocas tierras privadas en las regiones cafetaleras de Oaxaca se encuentran en la Sierra Sur y Mazateca.
Miguel es un productor independiente de San Agustín Loxicha. Su enfoque es tanto contrario a la norma como increíblemente innovador. Una vez que cosecha las cerezas de su terreno en lo alto de las montañas, las transporta desde la sierra hasta el clima árido donde vive, en el desierto de Miahuatlán.