¿Estáis preparados para conocer nuestra nueva bebida? Os presentamos nuestro cappuccino de competición. Y llega para quedarse.
Se trata de un café con leche preparado con leche previamente congelada y destilada. Es como la leche normal, ¡pero mejor! La diferencia está en cómo se prepara.
Primero lo primero: ¿a qué debe su nombre?
Es un cappuccino en el sentido literal de la palabra pero su origen está en el World Barista Championship organizada en 2017, gracias al finalista Ben Hunt que presentó esta bebida.
Bueno, pero ¿qué es esta leche que se usa?
Es leche fresca normal y corriente. Nosotros recomendamos utilizar leche entera, aunque también es posible utilizar leche con menor contenido graso. Lamentablemente, aún no hemos conseguido que funcione con leches alternativas.
El proceso para conseguir esta leche es congelarla y luego destilarla, es decir, conseguir la separación de los elementos de la leche. Parece que hay mucha ciencia detrás pero es muy sencillo: reducir el contenido de agua en la leche.
Al congelar la leche y después llevar a la nevera hasta que se derrita aproximadamente la mitad del contenido (¡esto tarda nada más y nada menos que 30 horas!) conseguimos que los componentes de la leche con un punto de fusión más bajo se derritan primero que los demás. Es decir, la proteína y minerales de la leche se derriten antes que el agua.
¿El resultado? Una leche mucho más cremosa, intensa en sabor, y con mayor dulzor.
Entonces, un cappuccino de competición es un café con leche preparado con esta leche
El resultado de la leche descongelada lo utilizamos como cualquier leche. Si pides un cappuccino de competición te haremos una bebida caliente, con la leche vaporizada. Vamos, una cappuccino con extra sabor y textura. Al vaporizar esta leche, que en sí ya es más cremosa, conseguiremos una textura delicada y se potencia el dulzor característico de la proteína de la leche.
Pero no os queremos limitar: también podéis pedirla fría y disfrutar de la suavidad y densidad de esta leche. A nosotros nos da notas de galleta de caramelo salado (salted caramel cookie), ¡pero solo tiene café y leche!.
Vale, ahora os estaréis preguntando: si tan buena está, ¿por qué no está en todas las cafeterías?
La verdad es que esta leche requiere mucho tiempo de preparación. Como os comentábamos, lleva unas 12 horas en congelarse y otras 30 horas derretir la leche para asegurarnos de no romper la cadena de frío.
Además, hay un factor clave y es que solo se utiliza la mitad de la leche que se congela. Esto para las cafeterías sería un desperdicio injustificado. Para nosotros no lo es: la otra mitad de la leche que no se utiliza sirve perfectamente para cocinar, así que se va a nuestra cafetería hermana, Misión Café, y ahí la aprovechan al máximo.
Truquillos y consejos si queréis probarlo en casa
Lo primero es recalcar la importancia de utilizar leche fresca y entera para obtener los mejores resultados en cuanto a sabor y textura. Recomendamos utilizar una recipiente o botella de plástico al congelarla y (¡esto es importante!) no llenarla en su totalidad. La leche al congelarse se expande, así que puede desbordarse si la botella no tiene suficiente espacio.
Los pasos son súper fáciles:
- Lleva la botella de leche al congelador hasta que esté congelada totalmente
- Una vez congelada, deja la botella de leche bocabajo dentro de otro recipiente para que vaya goteando poco a poco.
- Lleva los dos recipientes a la nevera y deja que se derrita la mitad del contenido, aproximadamente tardará un día y medio.
- Una vez derretido, utiliza esta leche para prepararte un café con leche, o darle un twist a tus cereales. La leche que queda en la botella la puedes utilizar para cocinar.
Como último consejo, si consideráis que la leche está muy dulce para vuestro gusto, siempre podéis mezclarla con un poco de leche fresca de toda la vida para balancear las dos bebidas.
Sabemos que una vez que la probéis os va a gustar tanto como a nosotros.
Niki Villegas
