Lo tenemos, después de mucho tiempo dándole vueltas hemos dado con el packaging perfecto para nuestro café. Entre pandemias, crisis de materiales y transporte, se nos ha retrasado un poco, pero por fin lo tenemos aquí.
Y os preguntaréis, ¿qué tienen de especial?
Primero que son compostables, siguiendo la senda de la sostenibilidad hemos dado con unas bolsas que se pueden tirar al contenedor orgánico sin perder calidad a la hora de conservar el café y nos llevó mucho ensayo y error conseguirlo. No hay demasiados proveedores de este tipo de materiales especializados en bolsitas de café: hay que ponerle una válvula para que desgasifique y lo compostable se rompe con mayor facilidad que el plástico tradicional.
En segundo lugar, porque ya no hay que darles la vuelta para ver qué origen es. Ahora todo está en la parte delantera.
¿Y la parte de atrás? Pues un divertido juego de palabras, nosotros ponemos el Adiós y tú lo rellenas a tu gusto, adiós torrefacto, adiós vending, adiós …
Por otro lado, hacía tiempo que queríamos simplificar la información de la etiqueta. Hemos añadido un código QR para aquellos que quieran saber más acerca de la variedad, la finca o el proceso.
Pero lo que más ilusión nos hace es que cada país tendrá su código de color, así cuando tu tía te pida “ese café que tanto le gustó la última vez” con un “la etiqueta era verde” no fallarás en la compra.
Ahora mismo estamos trabajando en hacer lo mismo en el formato de 1kg. Pronto en las mejores casas.
Valentina Cartechini.
